Apalabrista imprenta redes

Título: El apalabrista
Autor: José Francisco Mendi
Editorial: 1001 Ediciones
Nº de edición: 1ª edición Abril 2016
ISBN: 978-84-608-7281-8
Nº de páginas: 141
Descripción física: 15cm x 21cm
Ilustración portada: Daniel García Nieto

Sinopsis:

El fin de semana más tórrido del año, Zaragoza se encuentra casi desierta. La ciudad ha sido abandonada por la mayoría de sus habitantes que huyen del Ferragosto maño. Es el momento que siempre había esperado Fulgencio para tener sus merecidos minutos de gloria. Este acomplejado político de tercera fila consigue acceder temporalmente al mando de la ciudad en las horas del año en las que nunca pasa nada ni casi nadie. Pero gracias a la habilidad de sus torpezas comienzan a suceder demasiadas cosas. Y no todas buenas.

¿Estamos ante una novela de ficción real o ante un ensayo con episodios novelados? ¿Lo que nos describe el autor va a ocurrir o ya ha pasado? En este libro, con humor más que de humor, tendremos la oportunidad de recorrer algunos retazos de nuestra historia que al fin podrían quedar resueltos gracias a la perspicacia inconsciente del protagonista.

¿Cuáles fueron las verdaderas razones del misterioso, e incorrupto, bombardeo en agosto de 1936 sobre la basílica del Pilar? ¿De verdad Paco Martínez Soria fue un actor al servicio del régimen franquista? ¿Se firmó un acuerdo secreto en la estación de Canfranc que haría cambiar el rumbo de la historia? ¿Eiffel nos guarda una sorpresa sobre el puente de hierro de Zaragoza? La mayor riada del Ebro que se recuerda asoló la ciudad en 1961 ¿por qué razón podría repetirse en breve una catástrofe así? ¿Qué relación existe entre la estatua de Cesar Augusto junto a las murallas y los escudos esculpidos junto al puente de Santiago de Zaragoza? ¿Por qué motivos Zaragoza está en la agenda de seguridad mundial ante la inminente visita de un jefe de estado?

El lector tendrá que descubrir todo esto y mucho más. Deberá aprender a discernir entre la historia y la histeria. Pero cuidado. Asegúrese antes de criticar al autor por su exceso de ficción, no vaya a ser realidad. Y no se emocione mucho por la realidad, no vaya a ser ficción.  Todo esto claro siempre y cuando las risas se lo permitan.