¿Cómo actúa la literatura sobre nuestro cerebro?

Las palabras no son solo palabras, y mucho menos cuando se unen para crear poesía.

Un estudio español demuestra que determinadas figuras literarias generan una intensa actividad cerebral en el área frontal izquierda de nuestro cerebro.
El estudio afirma que siempre se han utilizado ciertas figuras retóricas para convencer, seducir o en general, generar sentimientos o emociones. Esto se puede observar en toda clase de contextos: un político cuando da su discurso, un general arengando a sus hombres o simplemente, un poeta en sus textos. Sin embargo, hasta ahora no se había logrado medir empíricamente la capacidad de una figura literaria para generar actividad cerebral en las personas.

Estas figuras atraen la atención de quien las escucha mucho más que otras expresiones más básicas, ya que se activa la parte frontal del cerebro y se emplean recursos de lo habitual en procesar la expresión a nivel cerebral. Un ejemplo es la actividad cerebral que se produce al procesar la abstracción de figuras retóricas como el oxímoron (“silencio atronador”, “monstruo hermoso”, “dulce amargura”), ya que se trata de comunicar cosas que como tal, no existen.

Cuanto menos natural es la expresión, más recursos requiere para ser procesada en la parte frontal izquierda del cerebro. Por ejemplo, tal y como afirma el estudio, una frase neutra como “monstruo solitario” no requiere tantos recursos cerebrales. Pero el oxímoron, la expresión “monstruo hermoso”, produce una intensa actividad cerebral en la zona que hemos mencionado, que es un área íntimamente relacionada con el lenguaje.

Que el arte, la literatura o la poesía son capaces de generar todo tipo de emociones en el ser humano es algo que ya conocíamos, pero desde luego que es interesante saber lo que pasa en nuestro cerebro mientras sentimos esas emociones.

Fuente: Muy Interesante

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